En el territorio de los lobos

El visitante que en los últimos años dimos por perdido ha regresado a los montes alaveses y vizcaínos; en Salba, Carranza o Ordunte el lobo vuelve a andar, animal de nuestra fauna. A ver hasta cuándo dura.

Según datos oficiales, desde 1987 hasta la actualidad han muerto 37 lobos en Bizkaia. Estos números, tras descartar otras críticas, nos indican que la llegada de los lobos no ha sido instantánea. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que en el estado español sólo quedan dos mil ejemplares, por lo que el nuestro no es un mal porcentaje. Además, hay que saber que para que ese regreso se produzca no se ha hecho ningún esfuerzo y todo apunta a que el lobo puede adaptarse fácilmente, sin problemas, a las condiciones de nuestros montes.

Desgraciadamente, no todos los vecinos tienen la misma opinión y sólo hay que ir a Carranza para darse cuenta de ello, en sus bares muestran las fotos de los lobos cazados para que el cliente conozca la “hazaña hecha”. Pues bien, estos ciudadanos no han entendido que este animal protegido puede beneficiarse de grandes beneficios; si se quiere dar a conocer el valle y por qué no, si se quiere recibir subvenciones, la riqueza del entorno juega a favor. Desgraciadamente, una de las principales especies de nuestro patrimonio faunístico se ha convertido en un “trofeo” de caza.

Pero no se puede mirar a un solo lado. La ciudadanía considera al lobo como un depredador, pero la administración no hace un gesto para aumentarlo e incluso lo hace por un camino peor. Algunos vecinos realizan excursiones para acabar con el animal y la administración quiere hacer pasar los cables de alta tensión, destruyendo el hábitat de los lobos.

El nuevo mamífero de alta tensión es una línea de doble circuito de 400 kilovatios que va de Penagosti en Cantabria a Guenes. En este recorrido atravesará las Peñas de Ranero, es decir, atravesará el corazón del parque del mismo nombre. Pero el proyecto no se limita a ello, sino que, de camino de Bizkaia a Gipuzkoa, llegará al municipio de Itxaso atravesando otros dos espacios naturales importantes: Gorbea y Aizkorri, recientemente declarados parques naturales.

Ante todo esto, considero normal que aparezcan posturas contrarias, y que ante la protesta el Gobierno de Madrid, mostrando su sensibilidad habitual, haya argumentado que la línea de alta tensión es de uso público, lamentablemente debe considerarse normal.

El nuevo destrozo no ayudará a los proyectos de recuperación de Karrantza, ni al retorno de los lobos. Se puede decir que estamos a las puertas de una nueva trampa contra nuestro patrimonio natural, si se abre un nuevo apartado. Lo que no consiguieron las matanzas de los cazadores de Karrantza, deberíamos preguntarnos si ocurrirá en nombre del desarrollo (¿por qué siempre son sinónimos el desarrollo y la reducción? ). ¿Cómo podemos criticar el absurdo de algunos de sus habitantes, no de todos, ante el temible proyecto diseñado por el Estado? Las torres eléctricas de alta tensión serán cruces del nuevo cementerio.

En cualquier caso, conocer que los lobos han regresado a Carranza nos debe alegrar, ya que, al menos mientras trabajan en bosques autóctonos, se puede decir que estos mamíferos y su entorno tienen futuro. Con carácter plurianual, previa autorización del Ministerio de Energía e Industria.

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Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila