La sonda espacial Osiris-Rex, lanzada en 2016, lleva dos años orbitando alrededor del asteroide Bennu. Hoy a las 00:05 h de la noche, se ha posado en el asteroide durante diez segundos y ha conseguido tomar la muestra, tal y como estaba previsto.
La sonda ha desprendido nitrógeno comprimido en la superficie del asteroide y ha recibido partículas levantadas con un aspirador. El objetivo era recoger un mínimo de 60 g, pero no aclararán hasta el fin de semana cuántos gramos ha recibido. Se estima que en 2023 las muestras llegarán a la Tierra.
Los investigadores de la NASA consideran que estas muestras serán importantes para comprender la formación del sistema solar, ya que estos materiales originales se han mantenido inalterados en este tipo de asteroides. Tienen la esperanza de que ayuden a conocer mejor el proceso creativo de los planetas y del propio Sol.
La órbita del asteroide Bennu se cruza periódicamente con la de nuestro planeta y se calcula en 2135. Pasa entre la Tierra y la Luna al año.