Incluso cuando la oscuridad es total, el cocodrilo se adapta bien para detectar a la presa. Y es que el cocodrilo no “ve” principalmente con los ojos, sino que tiene manchas totalmente sensibles alrededor de la boca, incluso dentro de la boca, que son los órganos que le confieren la capacidad de detectar cualquier movimiento.
Todos los cocodrilos tienen estos órganos, que aunque antes eran conocidos, no sabían exactamente cuál era su función.