La mayoría de estos productos químicos son tóxicos y el uso de combustibles fósiles repercute directamente en el medio ambiente.
Por otro lado, la corta duración de los mismos hace que muchos ordenadores y partes del ordenador se acumulen en los vertederos. Incluso cuando se reciclan, a menudo no se adoptan medidas de seguridad adecuadas. A la vista de la fuerza que ha adquirido el uso de los ordenadores, los investigadores de las Naciones Unidas consideran que hay que tomar medidas en este campo, ya que a largo plazo pueden tener consecuencias graves.