En una investigación con ratones, investigadores de la Universidad de Medicina de Viena han descubierto que con una gran dosis de opioides se pueden solucionar problemas neuronales relacionados con el dolor crónico. Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Science.
Una de las principales causas del dolor crónico es el fallo del sistema nervioso, en el que algunas neuronas continúan transmitiendo señales de dolor de forma ininterrumpida, aunque no existan causas de dolor. Las sustancias más eficaces para combatir el dolor son, en la actualidad, los opioides (como la morfina y la heroína), pero el efecto analgésico de los opioides en pequeñas dosis convencionales es transitorio. Sin embargo, los investigadores han visto que los nervios afectados dejan de transmitir la señal del dolor en el ratón. Según los investigadores, en estas dosis los opioides provocan la interrupción del movimiento de los iones de calcio entre las neuronas para la transmisión de señales.
En la investigación se ha utilizado el remifentanilo opioide, que ha dado entre 2 y 4 veces la dosis normal. Ahora, para saber si ocurre lo mismo en los seres humanos, se han iniciado los primeros ensayos clínicos.