Un kilómetro perforado en granito hasta una profundidad de 60 m llega a esta instalación mediante dos túneles. Allí, en cuatro habitaciones de 160 m de longitud y en un silo de 50 m de altura, se almacenan residuos radiactivos.
Para la construcción de este refugio han necesitado cuatro años y se han tenido que dinamitar 430.000 m 3 piedras. El coste del trabajo ha sido de 14.000 millones de pesetas.
En los 60.000 m 3 que tiene el depósito se guardarán residuos de alto riesgo durante los próximos 20 años.