Si dos sustancias entran en contacto y se mezclan de acuerdo con las leyes de la naturaleza, no se puede retroceder. Por ejemplo, la tinta y el agua, que en caso de mezclarse no se repartirán espontáneamente. Y artificialmente también es muy difícil. Sin embargo, algunos físicos de la Universidad de Edimburgo han conseguido separar las moléculas mediante una puerta unidireccional. Deja pasar las puertas a unas moléculas que impiden el paso de la vuelta.