Viendo que el año 2000 está tan cerca, a menudo se hace la siguiente pregunta: nosotros en el futuro, en papel o en pantalla, ¿dónde lo leeremos? La verdad es que muchos científicos están trabajando para que nosotros recibamos libros y periódicos a través de la pantalla del ordenador.
Por ejemplo, los laboratorios están preparando el periódico electrónico, pero antes de que esto se haga realidad es necesario solucionar algunos problemas. El ordenador es mucho más rápido que el papel para buscar información, pero leer en pantalla es más costoso que leer en papel. No hay que olvidar que la pantalla del ordenador tiene 72 puntos por pulgada y la impresora normal tiene 300 puntos por pulgada.
En la casa Apple intentan superar esta barrera y en el laboratorio de investigación de Xeros de Palo Alto de California también se está trabajando en ello. La gente tiene ganas de leer y simular su relación con el papel a través de pantallas de alta definición (mínimo 600 puntos por pulgada cuadrada). Para ello han diseñado un pequeño ordenador especial.
Este pequeño ordenador tiene forma de tablilla y tiene dos partes que se abren como el libro. Dispondrá de interfaz para la carga de datos desde el ordenador de la oficina o desde el teléfono a través del módem. Al tocar los botones de la pantalla con la punta de los dedos pasarán las páginas, se aumentará la parte deseada o se añadirán tanto el vídeo como el sonido.
Si te ha interesado algún artículo, podrás guardarlo en una biblioteca personalizada en una memoria dinámica del tamaño del dedo. Además, el programa de reconocimiento de caracteres manuscritos permitirá escribir notas o destacar algún pasaje en la pantalla como en el papel.
Para que este ordenador especial que hemos descrito tenga éxito, deberá cumplir sobre todo dos requisitos. Deberá ser fácilmente accesible desde Ba, es decir, no tener una complejidad mayor que la que normalmente está disponible para leer la revista. Por otro lado, y esta es la principal condición, debe ser comprable por todos, es decir, muy barato. El cumplimiento de esta segunda condición puede tener mucho que ver el “cañón de electrones” ultravioleta que quieren preparar en la Escuela Politécnica de Lausana (Suiza).
Para la construcción de pantallas muy finas se utiliza actualmente el sistema de cristal líquido o bien el sistema de células de plasma, pero ambas son demasiado caras. Ya hemos dicho que el pequeño ordenador especial para leer los periódicos es una tablilla que se abre como el libro. Por lo tanto, la pantalla deberá introducirse en el espesor de centímetros que tiene la tablilla. Mediante la yuxtaposición de nanotubos de 15 milímetros de diámetro en Lausana, se pretende conseguir una pantalla de un centímetro de espesor. La pantalla que se forma pegada entre sí a estos diminutos tubos catódicos no emite calor y la luminosidad de la imagen no varía desde cualquier ángulo. No obstante, se estima que para la realización de los primeros prototipos se necesitarán unos cuatro años.
El libro tan utilizado desde la época de Gutenberg, sin embargo, tiene desventajas respecto al libro electrónico. En el libro electrónico la “tirada” no afecta a los costes. Lo mismo cuesta hacer y distribuir diez ejemplares del libro o hacer y distribuir diez mil ejemplares. Además, no es necesario utilizar papel, talar árboles para hacer papel en los bosques, tener el papel en los almacenes, transportarlo, etc.