Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte analizan cómo la bacteria Mycobacterium tuberculosis se enfrenta al sistema inmune. Gracias a esta investigación, la bacteria descubre que utiliza un sistema de secreción de proteínas para huir del sistema inmune y extender la enfermedad.
En el genoma de la bacteria se encuentran los genes secA1 y secA2. El primero sabía que era imprescindible para la bacteria, pero no sabían cuál era su función. Ahora han visto que la clave de la virulencia está en el gen secA2, ya que la proteína que la codifica está relacionada con el sistema de secreción de factores patógenos. Además, esta proteína ayuda a la bacteria a expandirse en los pulmones.
Asimismo, se han identificado las moléculas relacionadas con la virulencia de la bacteria y se cree que ello contribuirá a la obtención de nuevos medicamentos curativos.
La tuberculosis mata a dos millones de personas al año, sobre todo en países en desarrollo, y un tercio de la población mundial está contaminada.