En la década de los setenta, los ordenadores más rápidos y poderosos eran los denominados “Cray” y funcionaban secuencialmente, es decir, después de realizar una operación se realizaba la otra. El único sistema para acelerar la velocidad de cálculo con estos ordenadores es comprimir los circuitos para que los electrones tengan un recorrido más corto.
Para superar este obstáculo, desde el año 1986 existen calculadoras paralelas, es decir, las calculadoras tienen varios procesadores conectados entre sí por medio de la bifurcación y funcionan simultáneamente.
El ordenador CM5, elaborado por Thinking Machines Corporation en Norteamérica, consta de 128 procesadores que pueden trabajar simultáneamente imitando nuestra red neuronal cerebral. La forma de cálculo en paralelo sirve para simular bien algunos fenómenos físicos.
En los laboratorios de Sandia en Nuevo México, la supercalculadora “Paragon”, con coma lento, realiza 102 mil millones de operaciones por segundo para factorizar una compleja matriz de 42.000 x 40. Sólo requiere 32 minutos