Como sistema anti-ladrón de néctares, puede ser apropiado miccionar al néctar, pero a la hora de reproducirse, esto perjudica a la planta. Al menos eso es lo que le sucede al jazmín estadounidense de Karolina.
Al parecer, este jazmín ha evolucionado para crear un néctar más amarga, añadiendo un compuesto llamado gelsemina. Por ello, han analizado las flores de diferentes concentraciones de gelsemina para su estudio. Las plantas de néctar más amarga (néctar con mucha gelsemina) han visto que atraen menos a las abejas polinizadoras --los ladrones de néctar son menos, es decir, los insectos que se marchan sin recoger polen sin néctar no gustan. Pero también han visto que el polen que se expande para la reproducción llega a menos plantas.
El objetivo de la evolución siempre es que una especie sobrevive, pero parece que no siempre lo consigue.