· Seguimiento psicológico Con una ayuda adecuada de este tipo se puede superar la ansiedad o la ansiedad provocada por la enfermedad, además de aprender a conocer los límites propios y cómo no pasarlos por ellos.
· Descanso y relajaciónYogs y otras técnicas (tai-chi, p. ej.) enseñan técnicas de relajación que permiten aprovechar o sacar el máximo partido a los momentos de descanso.
· ? Rebajar el consumo de grasas o grasas, bollo o torta, comida rápida y precocinada. Y con ello, elegir una dieta sana como la mediterránea nos ayudará a superar el cansancio y el agotamiento, tanto físico como psicológico. No hay que olvidar las verduras, los zumos de fruta, que son una fuente importante de vitaminas, ni las legumbres, que aportan mucha energía. Se recomienda comer de forma regular, con un horario concreto para las comidas, y realizar entre las comidas aperitivos o tentempiés ligeros como frutas o frutos secos o zumos.
Por otra parte, existen productos naturales que tradicionalmente se han utilizado contra la fatiga y que pueden ser muy beneficiosos en estos casos: miel, polen o polvo de flores y jalea real. Son energéticas, aumentan la vitalidad y aumentan las defensas contra todo tipo de infecciones.
· Terapias alternativas Algunos autores afirman que la cromoterapia (uso de colores en terapéutica o diferentes gamas de espectro lumínico) o la hidroterapia pueden ayudar a que estas personas salgan del agujero en el que están metidas.