La imagen, de 300 cm2, está grabada sobre una roca en horizontal. De hecho, fue descubierto hace dos años y desde entonces un equipo internacional ha trabajado en su estudio bajo la dirección de un investigador de la Universidad de Huelva. Ahora se han publicado los resultados en la revista PNAS. Según el artículo, la realización de pinturas o grabados se relaciona con la máxima capacidad cognitiva, ya que es la forma de guardar y transmitir los símbolos simbólicos. Y como hasta ahora no se encontraron pinturas o grabados realizados por neandertales, algunos expertos cuestionaban su capacidad cognitiva. Por eso los investigadores le han dado tanta importancia.
Al tratarse de una imagen grabada, no han podido utilizar la técnica del carbono-14 para fechar. En su lugar, se ha estudiado la capa que cubre el grabado mediante varias técnicas. Tanto el estudio de minerales como los instrumentos encontrados en esta capa indican que la piedra grabada es anterior a los 39.000 años.
Por otro lado, se han realizado estudios experimentales profundos para descartar que la imagen surgió al azar, por ejemplo, cuando se trabajaba el cuero o cuando se dibujaba sobre la piedra sin intención especial. Los investigadores no tienen duda de que la imagen es intencionada, ya que para su creación los autores tuvieron que frotar repetidamente la piedra. Por ejemplo, para trazar la línea más profunda tuvo que realizar al menos 54 arrastres. Según los investigadores, esto demuestra que el autor tenía un control neuromotor y era perseverante. Además, teniendo en cuenta el lugar donde lo hizo, creen que lo hizo el resto de los miembros que estaban en la cueva. Por todo ello, han llegado a la conclusión de que eran dueños del pensamiento abstracto, como nosotros.