Rechazando la petición de más de mil personas, entre ellas los astrónomos, la NASA ha decidido no cambiar el nombre del telescopio espacial James Webb (JWST).
Este potente telescopio se considera el sustituto del telescopio Hubble. Si se cumplen las previsiones, las lanzarán en diciembre y a través de ella esperan ver la luz de las galaxias más antiguas del universo y analizar las atmósferas de los exoplanetas que orbitan estrellas lejanas en busca de los gases que representan la vida.
La NASA le llamó James Webb, en honor al funcionario gubernamental responsable de la NASA entre 1961 y 1968, que impulsó el programa Apollo.
Sin embargo, un gran grupo ha denunciado que en las décadas de 1950 y 1960 varios trabajadores, por ser gays o lesbianas, fueron despedidos. La denuncia reúne más de 1.200 firmas y la NASA prometió investigar el tema. Ahora se da cuenta de la decisión: no le cambia de nombre porque no ha encontrado evidencia del comportamiento que se denuncia.
La falta de transparencia de la investigación y la decisión final ha suscitado la ira de muchos firmantes y algunos han propuesto llamar a su manera. Por ejemplo, la revista científica Nature menciona la opción del astrofísico queer Prescod-Weinstein: Just Wonderful Space Telescope (JWST), es decir, “un increíble telescopio espacial”.