Nanotecnología más sensible
Investigadores norteamericanos han desarrollado un nanosensor para la detección de gases tóxicos en el sistema nervioso. El sistema se basa en los procesos de reducción o oxidación que se producen en los sensores de óxido de metal por efecto de los gases y requiere muy poca energía para su funcionamiento frente a otros. El sensor tiene forma de cinta, una estructura similar al cristal y un diámetro de sólo 10 nm. Tiene electrodos de platino que miden los cambios en la conductancia eléctrica en presencia de gas.
Es más estable y mucho más sensible que los sensores similares realizados hasta el momento. Además, está listo para ser reutilizado inmediatamente. La primera conductancia sólo tarda tres minutos después de que pase el gas, mientras que los otros sistemas tardan alrededor de 40 minutos.
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Zientzia aldizkaria
