El Instituto Japonés de Tecnología Himeji, la Corporación NEC e investigadores de la empresa Seiko Instruments han elaborado la copa del vino más pequeña del mundo. La copa tiene un diámetro de 2.750 nanómetros -200.000 veces inferior a los usuales- y es de carbono. Por lo tanto, han sido capaces de realizar un objeto tridimensional a escala nanométrica.
Esta técnica de producción tridimensional beneficiará a los fabricantes que estén preparando material electrónico de próxima generación. De hecho, al pasar de las micras a los nanómetros cada vez es más difícil realizar estructuras de gran precisión. La nueva técnica permitirá la realización de biosensores, dispositivos de comunicaciones ópticas de alto rendimiento, conmutadores de control, etc. en ultravinatura. Se considera que la nueva técnica se podrá utilizar también en otras áreas, nano-electromecánica, nanoóptica, dispositivos nanomagnéticos, bionanotxips, etc.
Para la realización de este tipo de estructuras pequeñas habría que utilizar las técnicas bidimensionales empleadas actualmente en la fabricación de semiconductores. Pero esta técnica tendría grandes inconvenientes. De hecho, los láseres utilizados en las técnicas de estructuración óptica son poco precisos en estructuras inferiores a una micra.
Para la realización de la Copa del Vino, los investigadores han proyectado el haz de ion en el galio mediante deflexión electromagnética controlada por ordenador.