Investigadores del laboratorio de la empresa IBM en Zurich y del Centro de Materiales de Tolosa en Francia han conseguido desplazar moléculas a temperatura ambiente y llevarlas a un lugar prefijado. Desde 1991, los investigadores saben desplazar los átomos uno a uno, pero la técnica que se utiliza para ello, al requerir altas temperaturas de manipulación de impulsos eléctricos, corría el riesgo de romper la estructura molecular.
Los investigadores han encontrado la solución en los inicios de la mecánica molecular: utilizando las fuerzas de repulsión que se generan entre la molécula adecuada y la punta del microscopio, se ha conseguido el traslado de la molécula. Por supuesto, el microscopio utilizado para ello no es de ningún tipo: el microscopio que aprovecha el efecto túnel trabaja con gran precisión, lo que ha permitido poner a bailar moléculas de 173 átomos.