En 1965, el ingeniero Gordon Moore, uno de los fundadores de la empresa Intel, anunció que el número de transistores que pueden contener los microprocesadores se duplicaría cada 18 meses. Desde entonces, esta afirmación se denomina ley de Moore. Tras unos 35 años, se puede decir que esta ley se ha cumplido satisfactoriamente, pero los científicos han empezado a predecir que el límite de esta evolución está cerca. Los ingenieros deberán estudiar la existencia de transistores de tamaño molecular.
El transistor fue inventado en 1947 por personal del laboratorio Bell, y por este invento obtuvo el Premio Nobel de Física de 1956. Hace un mes, otros equipos del mismo laboratorio desarrollaron conjuntos de moléculas que pueden actuar como transistores. Ahora han dado un paso más en el intento de miniaturización y han descubierto que lo que hacía el conjunto lo puede hacer una sola molécula. En el futuro podrían desarrollarse transistores atómicos o más pequeños, pero de momento en el laboratorio Bell no ven la posibilidad de hacerlo.