La NASA presenta un reloj iónico de gran precisión: Mide 10.000 millones de años con un error de un minuto. Los relojes atómicos, basados en los iones y en las leyes de la física cuántica, se utilizan, entre otros, en viajes espaciales largos y en el sistema GPS. En el nuevo reloj, los iones, en lugar de estar protegidos por una campana, están sumergidos en ellos. En los relojes convencionales los iones chocan contra la campana y, si se producen cambios, el reloj pierde precisión.