Un cirujano canadiense desarrolla un nuevo método para combatir el cáncer de cerebro. Los cánceres cerebrales son difíciles de tratar químicamente. Una de las razones es que el cuerpo tenga una barrera que impida que muchas sustancias pasen de la sangre a los cerebros. Muchos medicamentos no superarán la barrera sangre/cerebro, o bien por ser excesivamente grandes o no solubles en grasas.
Los fármacos anticantzerigenos actuales son, por otra parte, altamente tóxicos y no atacan específicamente a las células con cáncer. Matan todas las células de crecimiento rápido sin mirar cómo son.
Hay un tercer problema. En lugar de llegar al tumor, el fármaco se distribuye en la sangre antes de su acción.
El tratamiento más adecuado sería la administración directa del medicamento en el tumor. Es el caso de Guy Bouvier, neurocirujano del Hospital Notre Dame de Montreal. Su método no requiere cirugía mayor y parece que funciona perfectamente.
La técnica de Bouvier no es totalmente nueva y ha aplicado la experiencia de tratamiento de la epilepsia mediante electrodos para tratar el cáncer mediante catéteres. Los catéteres son tubos de plástico flexibles que se utilizan para introducir líquidos en el cuerpo.
Antes de comenzar a trabajar en cirugía realiza un mapa tridimensional del tumor mediante un scanner. Posteriormente, mediante cirugía, coloca las bocas de los catéteres a 1 cm del tumor y está listo para introducir el medicamento. Así, tras 10-14 días, los tubos suelen ser evacuados y se da por finalizado el procedimiento.
Según Bouvier, la catetización y eliminación no tiene consecuencias y, además, los pacientes no sufren los efectos habituales de la quimioterapia (rascacielos y peluquería).