Los medicamentos para tratar el dolor crónico tienen efectos secundarios que, además de eliminar el dolor, suelen ser generalmente sedantes. Pero no necesariamente, investigadores de la Universidad de Zurich han descubierto un compuesto que reduce el dolor sin ser sedante. Para ello se han investigado las neuronas de la columna, concretamente los receptores de sedantes. Son proteínas complejas con muchas zonas. Se consigue un efecto u otro dependiendo del punto al que se asocien las moléculas. Los investigadores suizos han descubierto una molécula que reduce el dolor sin asociarlo a la zona sedante de la proteína. Lo han probado con el ratón y ahora quieren saber si funciona también en humanos. Si es así, se podría utilizar como anti-dolor.