Numerosos hongos y bacterias perjudiciales para las plantas emiten compuestos que fomentan el crecimiento de las plantas, han demostrado investigadores del Instituto Navarro de Agrobiotecnología. El descubrimiento puede servir para mejorar el rendimiento de las plantas en la agricultura como alternativa a los tratamientos químicos convencionales. Los resultados han sido publicados en dos artículos, Plant Cell & Environment y Plant Physiology.
“Esta investigación propone por primera vez el concepto de ‘Bichos malos, trabajadores beneficiosos’, explica el investigador Javier Pozueta. Se conocía que ciertos microorganismos beneficiosos emiten compuestos volátiles que estimulan el crecimiento. Sin embargo, los investigadores han descubierto que otros muchos microorganismos, entre ellos bacterias y hongos nocivos, también emiten este tipo de sustancias.
“Al detectar estas sustancias, la planta lo toma como un ataque y comienza a crecer cuanto antes para poder reproducirse cuanto antes”, explica Pozueta. De esta forma se consigue una respuesta positiva desde el punto de vista humano.
Los dos trabajos publicados han analizado los mecanismos bioquímicos que intervienen en esta respuesta. Y han demostrado que los compuestos emitidos por los micoorganismos aumentan el crecimiento de las plantas, la floración y la acumulación de sustancias de reserva. Para el poeta, una importante cantera de sustancias bioestimulantes de gran potencial son los microorganismos no beneficiosos, “una cantera inexplorada y de futuro”.