Según una teoría que explica el origen de la vida en la Tierra, un meteorito procedente de otro planeta trajo microbios que se asentaron y proliferaron en nuestro planeta. El Instituto de Biotecnología de la Universidad de Maryland realizará un ensayo espacial sobre la corrección de esta teoría, aprovechando el cohete lanzado por la NASA. En el cohete se colocarán los microbios denominados Archaea y se analizará si son capaces de soportar la radiación ultravioleta emitida por el Sol.
El espacio interplanetario está lleno de radiación solar, por lo que una forma de vida procedente de otro planeta debería ser capaz de soportar dicha radiación. Los científicos examinarán el ADN de los microbios Archaea para comprobar si está dañado o no y, en su caso, el alcance de los daños. Los microbios Archaea soportan unas condiciones de temperatura y presión muy exigentes y, además, los científicos creen que son capaces de soportar el metano y la radiación.