Conversión de metales no magnéticos en magnéticos

Etxebeste Aduriz, Egoitz

Elhuyar Zientzia

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El cobre no es magnético en sí mismo, pero lo han conseguido combinándolo con moléculas orgánicas. - Ed. wichientep/DollarPhotoClub

Investigadores de la Universidad Leeds han demostrado que los metales no magnéticos pueden convertirse en magnéticos, según han publicado hoy en Natura. El cobre y el manganeso han conseguido ser magnéticos, combinándolos con moléculas orgánicas. El magnetismo es débil y dura sólo unos días, pero los investigadores creen que este logro abre una vía para la obtención de nuevos materiales magnéticos.

Independientemente de que un metal sea magnético o no, depende de la distribución de los electrones en el átomo y de las interacciones entre ellos. De hecho, los investigadores de Leeds han conseguido cambiar estas características en el cobre y en el manganeso. Sus películas delgadas han sido combinadas con 60 moléculas de átomos de carbono. Estas moléculas de carbono atrapan los electrones de los metales y han descubierto que este movimiento de electrones entre los metales y las moléculas orgánicas hace que el cobre y el manganeso sean magnéticos.

Los investigadores han reconocido que ahora habrá que seguir trabajando para lograr un magnetismo más fuerte y sostenible. Y esperan que esto se pueda conseguir, por ejemplo, probando diferentes compuestos y estructuras.

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