Con la finalización de la Guerra Fría se cree que muchos científicos que trabajaban en la industria militar de la URSS quedarán sin trabajo. Otra razón para que esto ocurra es: La grave situación económica de la URSS. Entre los científicos que permanecerán en paro se encuentran expertos nucleares, algunos de los que han desarrollado las armas nucleares soviéticas.
Esto ha generado grandes preocupaciones en las agencias de seguridad occidentales. Una vez que todos estos científicos se han quedado sin trabajo, cualquier Estado que quiera desarrollar proyectos nucleares tendrá pocos problemas para conseguir los técnicos necesarios, siempre y cuando disponga de dinero suficiente para pagar. El Pacto de No Proliferación de Harma Nuclear, unido a la dispersión del arsenal nuclear soviético, añade una nueva dificultad.