Son responsables melanocitos del color oscuro que aparece en la piel. Estas células producen el pigmento que llevan las células de la piel, la melanina. A menudo estas células se concentran en pequeñas áreas de la piel formando un nevus, es decir, un fantasma. Las orinas a veces se incrementan y entonces se hacen preocupantes porque de aquí se puede producir melanoma, es decir, cáncer.
En los últimos años se han producido numerosos avances en el tratamiento del cáncer, alargando la supervivencia de los pacientes y, en muchos casos, completando totalmente la enfermedad. Sin embargo, hay muchos tipos de cáncer, unos más graves que otros, y no sólo eso, dependiendo del momento en que se diagnostique el cáncer, el mismo tipo de tumor puede tener diferentes comportamientos; la importancia del diagnóstico precoz reside aquí.
Uno de los tumores más frecuentes es el melanoma y, al igual que en otras neoplasias malignas, suelen presentar un comportamiento imprevisible de metástasis que maligna el pronóstico, sin que exista un método eficaz de diagnóstico ni de terapia. Cuando el tumor es diagnosticado por primera vez, ya puede estar disperso por el cuerpo, y aunque se complete la lesión de la primera, puede aparecer en algún otro lugar del cuerpo, a menudo generando una metástasis desgraciada, en definitiva, metástasis.
En la investigación del cáncer, la medicina utiliza diferentes enfoques, uno de ellos es el estudio de la biología del tumor,
es decir, el comportamiento de las células que lo componen.
Y sobre todo los factores que pueden incidir en el desarrollo de metástasis en melanomas. Las células que forman el melanoma deben tener varias habilidades para formar metástasis: en primer lugar, la capacidad de extirpación del tumor, la capacidad de subsistencia en la circulación, la linfa o la circulación sanguínea, la capacidad de perdurar, la capacidad de llegar al lugar de la metástasis y su desarrollo. La investigación analiza algunos fenómenos que se dan en los siguientes procesos:
En el estudio de la perspectiva biológica se tienen en cuenta, por un lado, las células del tumor (su nocividad) y por otro, las células alrededor del tumor. Las células normales alrededor del tumor o en su interior pueden beneficiar al tumor. Otras veces son capaces de acabar con las células del tumor. El estudio de la biología de los tumores es fundamental en el diseño de estrategias para combatirlos, y en ello trabaja este grupo de investigación.