La mina más antigua conocida hasta la fecha acaba de ser descubierta en la ciudad israelí de Timna, en el desierto de Neguev. La superficie trabajada era de 10 km2 y está ocupada por huecos, túneles y estancias subterráneas.
Si bien es difícil fijar una fecha concreta, según las estimaciones realizadas, estas minas comenzaron a explotarse hace 3.500 años. Allí se extraía el cobre y hace 1.300 años se abandonaron.