McDonnell Douglas quiere hacer un lanzador muy especial. Una vez enviado al espacio, se bajará a la Tierra y se volverá a aprovechar. Se llama DC-X y el prototipo ha costado 50 millones de dólares.
El proyecto se ha desarrollado con éxito hasta la fecha, pero se han creado barreras debido al retroceso del Pentágono estadounidense. Sin embargo, la NASA ha decidido dedicar un millón de dólares a este proyecto. De hecho, este “taxi” espacial podrá transportar hasta doce toneladas de material y es interesante disponer de este tipo de lanzador para las funciones del espacio. Sin embargo, el prototipo que han probado por el momento pesa 21 toneladas y ha sido construido a una escala de uno de cada tres proyectores reales.