A pesar de que ahora se trata de un planeta muerto, de campo magnético muy pequeño y sin volcanes, siempre se ha considerado que Marte ha tenido una estructura similar a la de la Tierra, es decir, un núcleo de hierro, un manto de silicato y una corteza de rocas. Y tiene similitudes en otras cosas: el día dura 24 horas 37 minutos, tiene estaciones, tiene nieblas en su cielo, conserva restos de ríos y glaciares, etc. ¿Ha habido vida en Marte?
Al conocer las características del planeta, el estudio de los meteoritos ha dado lugar a las teorías que existen al respecto. El más conocido es el publicado en 1996 por el investigador David McKay en la revista ‘Science’. McKay afirma que la mayoría de los meteoritos se basan en choques entre asteroides. Unos pocos, muy diferentes del resto, se conocen como SNC, y es posible que sean de Marte, ya que los minerales que forman parte de su composición se han producido en medios similares al de Marte. De algunos se ha podido extraer gas, que se obtiene en la misma proporción que la estudiada por las sondas de Viking.
El meteorito ALH84001 es el más antiguo de los 12 procedentes de Marte. Con 4.500 millones de años, se puede pensar que forma parte de las antiguas rocas de Marte. Este meteorito presenta grietas internas producidas hace 4.000 millones de años, probablemente debido a las ondas del choque. La introducción de agua en estas grietas y la acción microbiana dieron lugar a la formación de nódulos de carbonato cálcico, muy similares a los producidos por bacterias en la Tierra. En el interior de la estructura de los nódulos se ven algunas que pueden ser microfósiles de las nanobacterias. El meteorito ALH84001 fue descubierto en 1984.
Otro meteorito emblemático, el Nakhla, fue recogido en Egipto en 1911. En sus grietas se ha encontrado una arcilla de hace 700 años, que contiene posibles fósiles de diversos microbios.
Finalmente, en marzo de este mismo año, el propio McKay presentó otro meteorito con restos de microbios fósiles, de 165 millones de años de antigüedad, que cayó en la India en 1965. "No queremos convencer a nadie –dijo el investigador– sino que buscamos que la gente sea abierta".