Los gigantescos tiburones del Atlántico oeste (Cetorhinus maximus) se dirigen en invierno hacia el sur, algunos se dirigen hasta la costa brasileña y se sumergen hasta los mil metros de profundidad. Esto es lo que ha llegado a la conclusión de un grupo de investigadores de la Sección de Pesca Marítima de Massatsusetts, liderado por el biólogo Gregory Skomal, con chips por satélite a los tiburones.
Se instalaron 25 chips en las aletas dorsales de los tiburones para aclarar dónde pasan los inviernos. Los resultados muestran que los tiburones van al trópico. El descubrimiento ha sorprendido a los investigadores, ya que los gigantescos tiburones del otro lado del Atlántico no viajan tan al sur.
El descubrimiento demuestra que los tiburones gigantes se dirigen a aguas de muchos países. Por ello, miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), entre otros, consideran que el segundo pez más grande del mundo necesita una protección global.
Gregory Skomal planea seguir a más tiburones para llevar la investigación más allá. Y es que nadie ha visto nunca los cachorros de tiburones gigantes y nadie sabe dónde o cuándo se parten. Ni por qué algunos de ellos se dirigen en invierno hacia el sur.