Hasta ahora el láser no se utilizaba para restaurar las pinturas, ya que se consideraba que el calor puede causar daños. Sin embargo, según un trabajo publicado en la revista especializada Analitical Chemistry, Marta Castillejo y su equipo de trabajo han inventado la forma de utilizar el láser en las restauraciones.
Según los resultados de esta investigación, el láser no perjudica a la pintura, sino que se ha demostrado que es mejor que los métodos químicos que se utilizan ahora. Para eliminar la suciedad acumulada a lo largo de los años en la superficie de los cuadros, se ha utilizado un láser de gas que aprovecha el fluoruro de cripton, obteniendo una luz con una determinada longitud de onda en el espectro de los ultravioletas. Para no dañar los pigmentos a medida que se va eliminando la suciedad, el proceso se controla por ordenador. Además, mediante un espectroscopio que lleva el sistema se realiza un análisis de los componentes. De esta manera se garantiza que el cuadro no se deteriora.
En comparación con los métodos químicos convencionales, presenta una serie de ventajas, como el menor impacto ambiental que el disolvente convencional y el químico, y se ha demostrado que sirve para restaurar las pinturas dañadas por el fuego. Ya se está trabajando para conseguir un prototipo portátil.