Los óxidos de nitrógeno procedentes de los incendios y de la quema de combustibles fósiles son altamente contaminantes. Son uno de los agentes del ozono cerca de la tierra. Este ozono es perjudicial para la salud y las plantas.
Ahora han analizado el origen de los óxidos de nitrógeno en la Universidad de Washington, en EEUU, a partir de los datos recogidos por el satélite de la ESA, Remote Sensing 2. Los investigadores se han sorprendido al ver que el 22% de los óxidos de nitrógeno que hay en la atmósfera se producen en el suelo. El 64% se genera en el uso de combustibles fósiles y el 14% restante en incendios. Es decir, se genera mucho más de lo esperado en el suelo.
Precisamente cuando se inicia la época de lluvias en el África ecuatorial y en las latitudes medias del Hemisferio Norte es a principios del verano cuando se produce la mayor liberación de óxidos de nitrógeno. Parece que la humedad y las temperaturas dulces estimulan las bacterias del suelo. Como consecuencia, el nitrógeno comienza a procesarse y el gas liberado por esta actividad es detectable por satélites.
Los territorios que más desprenden óxidos de nitrógeno son el área africana del Sahel, el centro de EEUU, las llanuras del norte de Asia, gran parte de la India y el suroeste de Europa. Salvo en el caso de los saheles, la agricultura es la responsable de la producción de tantos óxidos de nitrógeno. La presencia de bacterias en los campos es abundante en el suelo, agravado por el uso de fertilizantes.