Es casi imposible predecir los terremotos. Pero en algunos casos es posible, por ejemplo, si son provocados por embalses. Así lo han demostrado, al menos, en una región de la India, alrededor del embalse de Koyna. En el mes de mayo se produjeron microcarías y se recogieron los datos y se anunció un estudio exhaustivo (los sismólogos cuentan con una experiencia de cuarenta años) que el embalse iba a producir un terremoto de 4ª magnitud antes de quince días. Y así ocurrió.