Las medidas ambientales adoptadas en un lugar pueden ser perjudiciales para otros lugares lejanos. Estos daños, por tanto, deberían ser tenidos en cuenta a la hora de proponer medidas locales. A estas conclusiones han llegado expertos en investigación del cambio climático, como Unai Pascual y Eneko Garmendia, del centro de investigación del cambio climático BC3.
De hecho, junto con otros investigadores internacionales, han analizado estas presiones externas que se producen como consecuencia de la protección de los ecosistemas locales y han publicado sus resultados y conclusiones en la revista Environmental Research Letters.
Según los investigadores de BC3, son muchas las ocasiones en las que se dan casos como la presión sobre la pesca en aguas africanas y la deforestación en selvas tropicales para poder recuperar poblaciones de peces y bosques europeos. Además, la población de la zona sufre también sus consecuencias.
El estudio ha puesto de manifiesto que estos efectos adversos lejanos no se tienen en cuenta a la hora de implementar las políticas locales, lo que pone en peligro los objetivos del desarrollo sostenible. Así, se han sugerido vías para que tanto científicos como tomadores de decisiones tengan en cuenta las consecuencias lejanas, según Pascual, siguiendo la idea de “pensar globalmente y actuar en el lugar”.