Humedales en el País Vasco originados en los alrededores de los ríos de la Llanada

En el País Vasco, la situación de los humedales que se generan en las proximidades de los ríos de la Llanada es bastante grave. De hecho, este tipo de humedales nunca ha sido muy abundante, pero los que se creaban, en general, eran de gran extensión.

Charcas y robledales de Mezkia
M. Estonba

En cuanto a su extensión, lo más importante era el conjunto de pastizales húmedos, turberas y lagunas de escasa profundidad, denominados "Barthes", que han permanecido en ambas márgenes del río Aturri. Eran menores los que formaba el río Errobi a partir de Ustaritz.

Estos humedales singulares y amplios han sufrido una profunda transformación en las últimas décadas, ya que se ha producido una fuerte expansión de los artasoros en detrimento de los ecosistemas húmedos creados por los ríos. Sin embargo, en la actualidad siguen existiendo algunos ejemplos silenciosos de este próspero pasado, entre los que cabe destacar la importancia de estas zonas en épocas de migración para numerosas especies de aves, ya que en días de mal tiempo se reúnen decenas de limícolas, ardeidos...

Desde Aturri descendemos hasta los ríos Zadorra y Arga para ver otros humedales de este tipo, ya que el carácter abrupto del resto de los ríos de la vertiente cantábrica y la estrechez de sus valles no permiten la formación de este tipo de humedales.

En el caso de los ríos Zadorra y Arga, los sistemas también aparecen muy alterados. En cuanto a la luz, a pesar de tratarse de un humedal que antaño fue abundante, en la actualidad su presencia es nula. En Zadorra, por su parte, este peculiar sistema hidrológico, que hasta hace poco tenía una gran extensión, ha quedado limitado a los pastos conflictivos y charcas de Salburua, Arkaute y Mezquía. En estas últimas, la actividad humana ha provocado numerosos cambios. De hecho, los dragados, encauzamientos y rellenos de los ríos y arroyos que mantienen el sistema, junto a la presión urbanística que supone su cercanía a Vitoria-Gasteiz, han alterado notablemente las condiciones hidrológicas, lo que ha repercutido directamente en la extensión y calidad de los humedales.

Ha sido secada y siembra varias veces, pero cuando tiene agua alberga una abundante fauna.
M. Estonba

Afortunadamente, buena parte de los pastos conflictivos de Salburua que se han conservado hasta la fecha han sido respaldados por la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, donde se está llevando a cabo un proyecto de recuperación. Esto ha permitido, en gran medida, la supervivencia de este interesante humedal que se consideraba perdido.

Otro ejemplo significativo de este tipo de humedales es: Cerca de Miranda de Ebro, laguna de Lacorzana en las proximidades de la desembocadura del río Zadorra. Nos gustaría destacar que esta pequeña charca, secada y siembrada en varias ocasiones, durante las temporadas en las que se dispone de agua, alberga una abundante fauna acuática, y que con unas pequeñas medidas de protección y recuperación que refuerzan esta capacidad, la laguna podría convertirse en un humedal importante del País Vasco.

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