En un proyecto desarrollado por científicos de la Universidad de Cornell de EE.UU., se ha conseguido el láser de mayor frecuencia hasta la fecha. Su diámetro es muy pequeño (menor que el de un pelo humano) y trabaja a una velocidad enorme.
Este láser trabaja en 28 gigahercios, es decir, se enciende y apaga 28.000 millones de veces por segundo. La frecuencia máxima alcanzada hasta el momento era de 24 gigahercios.
Pero, ¿por qué la frecuencia en el láser es tan importante?
La rapidez de un láser es fundamental para determinar la cantidad de información que se puede llevar. Con este nuevo láser desarrollado se estima que la velocidad de transmisión de datos por fibra óptica se multiplicará por 15.
Para obtener estos finos rayos láser se utilizan materiales ultrafinos, es decir, con una anchura de 40 átomos.
Estos láseres deben situarse en la familia de láseres con efecto de pozo cuántico. En los láseres de esta familia los electrones saltan de un nivel de energía a otro y emiten fotones como rayos de luz.