El misterio del color azul de las plantas

Cuando una flor azul o roja se arruga, pierde color. Desde hace más de cien años los fitoquímicos tratan de comprender este fenómeno.

Desde hace tiempo sabemos que el color azul de las flores viene dado por antocianinas. Aunque parezcan estables, cuando salen de la flor pierden color. En 1915 el químico Willstatter señalaba que la causa de la decoloración era la consecuencia directa de la tendencia de alcalinización, pero avisando de que la sudoración de las flores era ácida o neutra.

En 1919 se consideraba que el color dependía de los componentes metálicos complejos de las antocianinas. En 1958 el japonés Hayashi consiguió extraer el pigmento de la flor azul “Commelina communis” y la llamó commelinina. Dijo que el color azul era producto del magnesio, pero no estudió más el fenómeno.

Recientemente un grupo de químicos japoneses ha explicado la estructura de la pigmentación azul como resultado de una costosa investigación.

Tras la extracción de la “commelinina”, la cámara cristalográfica de Weissenberg, la cristalografía de rayos X, las radiaciones de un sincrotrón, la cromatografía en fase gaseosa y la resonancia magnética nuclear, han llegado a la conclusión de que los pigmentos azules se forman a partir de elementos ordenados como hélices y de la estabilización de los magnesios.

La molécula así producida es una supermolécula cuyo recubrimiento atrae al agua, mientras que el interior lo rechaza. Parece ser que esta supermolécula necesita la presión del agua externa para vivir. Por tanto, mientras el pétalo está hidratado, la molécula es estable, pero cuando pierde agua se descompone y el color azul se vuelve gris.

Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila