Algunas hemoglobinas vegetales ayudan a la fijación del nitrógeno, según explican investigadores del Instituto Max Planck. Esta hemoglobina actúa como la hemoglobina de los mamíferos, ya que participa de alguna manera en el transporte de oxígeno.
Para la investigación se ha utilizado la legumbre Lotus japonica. En los nodulos de las raíces de esta planta es abundante la hemoglobina, como muestra el color rojo, que mantiene baja la concentración de oxígeno. Esto es fundamental para la fijación del nitrógeno, ya que de lo contrario se dificultaría el trabajo de la enzima nitrogasa.
Las plantas fijan el nitrógeno para crecer. En los nodulos de las raíces de las legumbres, por ejemplo, se fija de forma simbiótica, ayudada por una bacteria. Gracias a sus enzimas, como la nitrogasa, la planta recibe el nitrógeno convertido en amoniaco.