En una investigación llevada a cabo en el ratón, se ha comprobado que mediante técnicas de fecundación asistida son suficientes dos genes del cromosoma Y para obtener descendentes sanos y reproductivos. La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Hawai y los resultados han sido publicados en la revista Science.
Monica Ward, jefe de investigación, ha explicado en el podcast de Science que el cromosoma Y ha sido considerado “símbolo de la masculinidad”. Los embriones sin cromosoma Y se convierten en hembras. Sin embargo, los biólogos han sospechado hace tiempo que el cromosoma completo no es imprescindible, ya que un único gen del cromosoma Y, el gen Syr, es suficiente para que los embriones de ratón se conviertan en machos. Eso sí, esos machos suelen ser estériles.
En la investigación actual, además del gen Syr, se ha añadido un nuevo gen a los embriones de ratón sin cromosoma Y, el gen Eif2s3y. Y los ratones desarrollados a partir de estos embriones han demostrado que son células precursoras de espermatozoides —espermatidas—. Es más, utilizando una técnica especial de fecundación asistida, estas espermatidas han demostrado ser capaces de fecundar óvulos y de crear sucesores.
Según los investigadores, esta parte de la investigación es importante, ya que esta misma técnica, denominada ROSI, puede ser utilizada para ayudar a los hombres que, sin llegar a la fase de espermatozoide, sólo producen espermatidas.Sin embargo, muchos expertos consideraban “experimental” la técnica ROSI ya que temían que los niños así creados pudieran tener consecuencias negativas. Sin embargo, al menos en el ratón, la técnica es segura durante su investigación en Hawai.