A partir de células humanas madre, han creado cientos de organoides cerebrales y, tras crecer durante diez meses, han demostrado mediante el electroencefalograma que producen señales eléctricas similares a las producidas por los cerebros humanos. La peculiaridad es que el modelo de la señal no es rítmico, como el que producen los cerebros humanos adultos, sino irregular, similar a los embriones de 25-39 semanas.
El experimento se ha llevado a cabo en la Universidad de California y han determinado que la gama de genes que se expresa en los órganos cerebrales es la misma que la que se expresa en el cerebro del embrión.
Además, advierten que los organoides que han criado no tienen la apariencia de un cerebro completo, ya que sólo tienen unas células de la corteza. En lo sucesivo pretenden crear estructuras más complejas que, según ellos, pueden servir para conocer mejor el desarrollo cerebral del embrión e investigar enfermedades como el autismo, la epilepsia, etc.