Utilizando polímeros que contienen hierro, han conseguido construir un container especial a escala nanométrica. El nanocontainer tiene una "puerta" química que controla mediante oxidación o reducción qué moléculas entran o salen de él. Por ello, los investigadores aseguran que es apropiado para usos médicos, alimentarios y cosméticos, así como para conducir reacciones químicas. El nanocontainer ha sido desarrollado en la Universidad Twente de Holanda.