Los corales mueren cuando pierden color. Pero no siempre. Algunas especies pueden sobrevivir al restablecer las condiciones.
Los corales tienen color porque tienen algunas algas fotosintéticas adheridas. Estas algas absorben la energía de la luz y obtienen los nutrientes que el coral necesita. El propio coral lo construye un pólipo, ofreciendo un soporte a cambio de los alimentos obtenidos por el alga. Pero si la temperatura del agua sube, las algas se liberan. Los corales se pelan y como no consiguen alimento mueren.
Pero no siempre. Varios biólogos estadounidenses devolvieron al mar unos corales artificialmente blanqueados a su lugar de origen y resucitaron los corales. Esta resurrección sólo se produce con algunas especies. La clave está en el pólipo del coral. Cuando no tienen algaras pegadas, tienen que consumir cinco veces más plancton, pero no mueren. Sobreviven.