La vía de la cocaína en el cerebro es más compleja de lo que se esperaba. Así lo han anunciado los Encuentros de Biología Experimental que se han celebrado en EEUU en 2003. Los investigadores han estudiado los mecanismos que utiliza esta droga en el cerebro para tratar de hacer frente a la dependencia de la cocaína.
Ya se sabe que la cocaína afecta a transportadores de neurotransmisores como las proteínas que transportan dopamina, serotonina y noradrenalina. Básicamente, la cocaína dificulta a los transportadores y acumula neurotransmisores, generando euforia, insomnio y otras sensaciones.
Por ello, han utilizado ratones transgénicos sin transportadores de dopamina y noradrenalina para comprobar si les afecta la cocaína. Y parece que la cocaína afecta a estos ratones transgénicos como a los ratones normales. Esto demuestra que el mecanismo es más complicado de lo esperado. Por ello, jugarán con los transportadores de la serotonina, esperando que obtengan mejores resultados.