Los investigadores de Vector, un centro de investigación en Virología y Biotecnología rusa, han analizado la salud de los habitantes del entorno del cosmódromo Baiconur de Kazajstán, y han descubierto que hay dos veces más enfermos de lo normal, sobre todo con enfermedades de la sangre y del sistema endocrino.
Según estos investigadores, la causa de las enfermedades es el combustible. Al lanzar los cohetes no se quema todo el combustible y se esparce por terrenos cercanos. Estos combustibles son extremadamente tóxicos, como la hidracina.
Esta zona de lanzamiento es gestionada por la agencia espacial rusa, pero también es utilizada por la ESA y la NASA para lanzar barcos espaciales. Estas dos últimas agencias afirman que no tienen ninguna responsabilidad, mientras que las rusas afirman que realizan reconocimientos médicos a los habitantes de la zona y que no han visto problemas.