Entre los factores que explican la pérdida de los neandertales se menciona con frecuencia el clima. De hecho, durante el Paleolítico Medio y Superior, coincidiendo con la expansión europea de la especie Homo sapiens, el clima se endureció, por lo que se discute el grado de influencia del clima en la evolución de los dos grupos humanos.
Ahora, utilizando una nueva metodología, se han analizado las características del clima local en varias cuevas de Bizkaia y Gipuzkoa (Axlor y Bolinkoba en Bizkaia; y Lexetxiki, Labeko Koba, Ekain, Amalda y Aitzbitarte III en Gipuzkoa). En concreto, hace entre 50.000 y 25.000 años neandertales y sapiens han medido los isótopos de carbono, nitrógeno y azufre contenidos en el colágeno de los huesos de los caballos y ciervos.
De ahí se deduce que, tras la pérdida de los neandertales, el clima fue frío y seco, el campo abierto sustituyó a los bosques y la zona de caza de animales era muy amplia. Sin embargo, el cambio climático fue probablemente menor que en otros lugares debido a la orografía. Según los investigadores, se necesitarán más investigaciones sobre cómo afectó todo esto a la supervivencia de los neandertales.
La investigación, liderada por el IIIPC, ha contado con la participación de investigadores vascos, cántabros e internacionales y ha sido publicada en la revista Nature Scientific Reports.