Es necesario incorporar la perspectiva de género en las políticas climáticas
Un trabajo recientemente publicado por los investigadores del centro de investigación BC3 destaca la importancia y urgencia de incorporar la perspectiva de género en las políticas climáticas. Es la primera revisión sistemática de la literatura sobre el tema, publicada en la revista Energy Research & Social Science.
El estudio ha sido dirigido por Eva Alonso Epeld, investigadora de BC3. “Las mujeres, por sus normas culturales y su dependencia de los recursos naturales, son más vulnerables a los efectos adversos del cambio climático; sin embargo, todavía hay un vacío significativo en la investigación y en la aplicación de medidas sensibles al género”, explica Alonso Epeld.
En las políticas climáticas, la perspectiva de género es una nueva área de investigación que ha empezado a interesarse en el ámbito académico recientemente. Actualmente sólo hay 29 publicaciones sobre este tema, la mayoría publicadas en los últimos cuatro años. Por otro lado, el creciente interés político y social reafirma la necesidad de ampliar los conocimientos sobre el tema.
El Sr. Epeld destaca también la ausencia de estudios que cuantifiquen el alcance de los efectos de las políticas climáticas desde la perspectiva de género, lo que está directamente relacionado con la falta de metodologías y datos desglosados por género. Asimismo, la investigadora señala la necesidad de incorporar de manera efectiva el discurso feminista y la perspectiva de género en el análisis de las políticas de género, y la importancia de diversificar el alcance de los estudios y no seguir alimentando el discurso que revictimiza a las mujeres del sur global.
“Las organizaciones internacionales vienen insistiendo en la necesidad de incorporar la perspectiva de género en la política ambiental desde los años 90. Sin embargo, la falta de información todavía dificulta esta tarea”, explica Alonso Epeld.
El estudio concluye la necesidad de desarrollar nuevas metodologías para la realización de estudios cuantitativos sensibles al género y la diferenciación de datos en función del género y otras categorías sociales en futuras investigaciones. “Si la ciencia quiere contribuir a generar conocimiento útil para hacer frente a algunos de los grandes retos del siglo XXI, es importante ampliar el conocimiento en este ámbito, reconectarlo con la teoría feminista y corregir las lagunas de investigación identificadas”, subraya Alonso Epeld.
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