Según un estudio realizado por dos biólogos americanos, los ardillas grises tienen una memoria topológica sorprendente. Lucía Jacobs y Emily Liman, de la universidad de Princenton, han tenido unos meses en el interior del cierre de un parque de unas diez ardillas grises.
Cada día, después de recoger la comida en las orillas del parque, cada ardilla elegía un lugar para guardar su tesoro. Después salieron del parque y durante unos días tuvieron las ardillas lejos. Volvieron al parque y la mayoría de los animales encontraron fácilmente sus rincones.
Según Lucía Jakobs, este comportamiento significa que las ardillas tienen un mapa en la cabeza. Ahora además, los ensayos se centran en los domicilios naturales de las ardillas.