En cuatro artículos publicados en la revista Nature se detallan algunos aspectos de Júpiter (1, 2, 3, 4). Con los datos tomados en la misión Juno, se analiza el campo gravitatorio de Júpiter, los flujos atmosféricos, la composición interna, los ciclones polares, etc.
Aunque se ha investigado mucho sobre la piel de Júpiter, no se conoce bien qué ocurre debajo de esas bandas oscuras y luminosas. Los tres primeros artículos han demostrado que mediante mediciones precisas del campo gravitatorio se puede obtener mucha información sobre el interior del planeta.
El campo gravitatorio de Júpiter es asimétrico de norte a sur, lo que no es de esperar en un fluido como Júpiter. Se concluye que esta asimetría se debe a los flujos de aire atmosférico e interior. Por otro lado, han visto que las corrientes que se ven en la superficie como bandas, no son una cuenta superficial, sino que alcanzan los 3.000 kilómetros de profundidad. También han calculado que la atmósfera turbia de Júpiter supone el 1% de la masa del planeta. Y han visto que el interior fluido formado por hidrógeno y helio gira como un sólido.
Por último, en el cuarto trabajo se han analizado los polos. Se observa que en los polos los ciclones adoptan formas poligonales permanentes. En el Polo Norte, ocho ciclos rodean otro ciclón y en el Polo Sur hay otros cinco alrededor de un ciclón. Todavía no saben cómo se forman y cómo perduran estos ciclones.