Para cortar materiales duros se utilizan láseres y corrientes de partículas abrasivas, pero en algunos casos el material se estropea más que cortarlo. Composites de fibra de carbono o vidrio, tan utilizados en la actualidad, no se pueden cortar por láser, ya que se funden con calor y sufren cambios irreversibles. El magnesio y el titanio, por su parte, sufren una combustión muy intensa si se calientan demasiado. El ingeniero australiano Elías Siores, de la Universidad de Melbourne, ha estudiado lo ocurrido al famoso barco Titanic y ha inventado un "cuchillo" que utiliza hielo para cortar materiales duros.
El funcionamiento es el siguiente: se congela el aerosol de agua y se forman partículas de hielo de 0,25 mm de anchura. Estas se inyectan en la corriente de agua a presión y ambas, agua y hielo, se expulsan por una boca de un milímetro de anchura. El cuerpo del cuchillo permanece frío por una tapa de nitrógeno líquido. El cuchillo se sitúa a 5 mm del material que se pretende cortar, pero la corriente de agua y hielo no se aplica directamente; primero mediante una corriente de nitrógeno líquido la superficie del material se congela y se hace frágil y después se aplica una corriente de agua y hielo.
Con la nueva técnica se obtienen secciones más precisas y finas, además de ser muy limpia: el nitrógeno se evapora y la mayor parte del agua utilizada es recuperable. Según el inventor, el "cuchillo de hielo" puede ser utilizado en cirugía o para cortar y limpiar las barras de combustible de los reactores nucleares. Labana ofrece grandes posibilidades y ya está en el mercado.