Un equipo de investigadores de la Universidad Canadiense de Queen's y de la Universidad de Alberta encontrado una proteína muy especial en los insectos. La proteína tiene forma de beta hélice (aspecto anómalo) que permite a los insectos resistir temperaturas de -30ºC.
Hace cuatro años se encontraron en los peces del Ártico proteínas similares. Parece ser que gracias a su estructura las proteínas se unen a los cristales de hielo y no les dejan crecer. Ocurre lo mismo en los insectos, pero su proteína es 100 veces más fuerte que la de los peces del Ártico.
Los investigadores creen que estas proteínas pueden tener interesantes aplicaciones en la agricultura y en la industria alimentaria congelada.